La educación virtual ha posibilitado, a gran cantidad de personas, en diferentes situaciones, el acceso a la educación, tanto formal como no formal.
En la actualidad las Universidades se hacen cada vez más conscientes del gran aporte que pueden brindar a determinados grupos poblacionales con la oferta de programas en esta modalidad: personas que viven alejados de las grandes ciudades, personas en situación de discapacidad, personas que no cuentan con el tiempo necesario para asistir a cursos presenciales, etc… la lista es bastante larga.
De manera personal siempre comparto la experiencia, tan positiva, que he tenido como estudiante virtual, con la Fundación Universitaria Católica del Norte, luego con la Universidad Autónoma de Bucaramanga y en la actualidad con la Universitat Oberta de Catalunya… mi experiencia como estudiante virtual ha sido gratamente enriquecedora, pues he podido manejar mi tiempo con un alto nivel de flexibilidad y al mismo tiempo he podido avanzar mi proceso de formación profesional.
Si bien en la actualidad hay una gran cantidad de ofertas educativas y cada vez más personas que ingresan a este tipo de programas, los niveles de deserción, son también bastante altos. Hay varias condiciones, aspectos sobre los cuales es importante poner una especial atención para garantizar el éxito en un programa de este tipo. Espero que este pequeño texto sirva como guía para aquellos que desean emprender un programa de formación en este contexto (ambientes virtuales de aprendizaje). En una próxima entrada compartiré los aspectos que considero son de vital importancia para garantizar el éxito en un proceso de educación virtual, estén pendientes del próximo texto.
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